


No es que me diera pena entrar a edificios abandonados. Existe el morbo de estar donde algo estuvo y entender que nada de lo que somos dura para siempre. Lo que hacemos se borrará y se perderá.
¿Así que por qué no ser parte de eso mismo y simplemente dejarse llevar? La misma soledad de estar en un espacio que por algunos momentos es propio, es apenas suficiente. Si estoy cómodo termino siempre haciéndome una paja, jugando con mi leche, probándola, escupiéndola, volviendo a jugar. Es porque vuelvo el sitio mi lugar de recreo y apenas es propicio para que juegue como si nadie me estuviera viendo.
Porque es que nadie me está viendo.