




Tengo un amigo en Málaga al que le gusta la pizza y jugar videojuegos conmigo, cosa que me gusta por igual. Pero sin embargo, a él le gusta algo que a mi no: las chicas. Él es bi, pero también es nudista. Es un amigo de pajas, algo que en España se le conoce como "colegueo".
Cuando apenas está disponible entre el estudio y el trabajo -o curro, como le dicen aquí- me dice que nos veamos por una cerveza y una pizza. Sí hay suerte, tiene para un videojuego. Si estamos con más suerte y la cerveza nos ha llevado a hablar de sus experiencias sexuales y de las mias, ponemos pausa y vemos una porno juntos. Puede que nos pasemos el rato así, en esas: Viendo porno, pausando, jugando, pausando, porno. Nos la agarramos, jugamos un rato, la escupimos; yo tomo la de él, el toma la mía. Lo mastubo debajo de la manta para que nos de calor en invierno. La sacamos, jugamos y volvemos a ver porno.
Todo así hasta que alguno de los dos nos corramos. Todo hasta que nos saquemos leche. Y ni aún así, teniendo leche escurriéndose por la verga de alguno de los dos, es capaz de detener el juego hasta que uno de los dos gane.
Es como tener ese compañero en el colegio que nunca había tenido. Y que por cierto, aún hoy, me gustaría tener otro más.
Por si te animas.