

Barcelona, 7:30 pm. He salido por primera vez de casa despu..
Added 2022-05-21 17:11:09 +0000 UTCBarcelona, 7:30 pm.
He salido por primera vez de casa después del accidente. Había guardado tanto tiempo en casa, perdiéndome en porno, que necesitaba salir y conocer a alguien en cuanto pudiera viajar.
Entonces le escribí a alguien, que iba a visitar la ciudad, que quería encontrarme para compartir vídeos y un rato de paja juntos. Que me gustaba escupir, que me gustaba oler, correrme encima, sin límites. Dos líneas de conversación después y sabía que estábamos compaginados y en la misma onda.
¿Es algo que no se siente desde preadolescentes, no? Cuando dos amigos del cole se juntaban a ver porno y a simplemente dejarse sin, sin importar si eras gay o heterosexual, solamente a compartir un rato de placer entre hombres, a tope, en soledad, en la más profunda complicidad. Pero nunca he entendido porque en algún punto dejamos de hacerlo. ¿Las tareas, la cotidianidad, el ser adultos? ¿Que porque algo lo disfrutamos a esa edad no significa que podemos volver a hacerlo? Porque algunos se ríen cuando digo que tengo colegas pajeros y piensan que es algo a medio hacer, o inmaduro, como si disfrutar del cuerpo del otro y del placer fuera algo limitado al sexo solamente.
Pero ahí estábamos, en la cama, escupiendo, lamiendo, jugando. Dándole permiso a que me tocara todo lo que quisiera tocar, a tomar el celular y grabarnos para después, en la intimidad verlo de nuevo. Sacarnos leche a tope, reír, jugar, cagarnos de risa y volver a hacerlo por horas. Ir llenando minuto a minuto las bolas, ir creando el orgasmo y dejarlo soltar.
Eso.
No hay edad para eso.