

Sabía que hacía frio. Ya en estas épocas del año uno no pued..
Added 2023-01-20 16:36:09 +0000 UTCSabía que hacía frio. Ya en estas épocas del año uno no puede andar por la calle sin mucho porque tiende a congelarse. Así son los inviernos en Europa, aunque ahora son más una ruleta rusa de lo que puede ser la temperatura en la noche. — Ok, el reto es el siguiente. Tienes que bajar la calle desnudo. — ¿Es todo? — Sí, es todo. Parece una tontería, lo sé. Pero no era cualquier cosa. Una situación es hacerlo en la playa o en un desierto. A campo abierto, en un bosque, son lugares donde difícilmente se cruce alguien. No aquí, en un barrio en medio de la ciudad. ¿Soy exhibicionista? Sí. Pero también un tanto racional, y esas dos cosas entran en conflicto. Pero qué importaba: podía bajarme los shorts y caminar. Al final de la calle, volverlos a poner y se acabó. — No, no. Así no. Te quitas los shorts, los dejas ahí y te vas hasta la esquina. Y se reía. Yo no sabía si estaba emputado o excitado. Cuando bajé, había un señor paseando un perro y la basura pasando por la calle del lado. Es decir, el riesgo era más de lo pensado. Pero, ¿y cuando iba a repetir? Entonces fue cuestión de volver de nuevo al principio. Podía salir una señora a botar la basura, el del perro volvería o los trabajadores municipales acercarse. Podía pasar cualquier cosa y solo había una forma de averiguarlo. ¿Sí, con que quiere que cumpla el reto? Me había comprometido a jugar estos retos de nudismo. Si quiere caldo, pues doy dos tazas. Volví al inicio de la calle, llegué al medio. Me bajé los pantalones y a diferencia de la primera vez, ya tenía una erección que mostrar. Debió ser el señor que caminaba o los trabajadores a la vuelta de la esquina, no lo sé. Pero cumplí lo mandado: dejé los shorts ahí, en la baranda del barrio y me fui hasta la esquina para averiguarlo. — Ahora supéralo, — le dije.