

📍 Doha, Qatar. Durante las escalas de mi viaje, si tenia ti..
Added 2024-09-11 15:18:45 +0000 UTC📍 Doha, Qatar.
Durante las escalas de mi viaje, si tenia tiempo, me escapaba un rato para poder ejercitarme y no perder la costumbre. Desde que empecé a ir al gimnasio de manera regular, he notado una mejora significativa en varios aspectos de mi vida, y uno de los más sorprendentes ha sido el aumento de mi libido. Al principio, no me di cuenta de la conexión entre ambas cosas, pero con el tiempo, el cambio fue evidente.
Hacer ejercicio me ha dado más energía, y eso se ha traducido en un mayor deseo sexual. Pero no se a qué se debe exactamente, si es que el sudor que produce el ejercicio, el olor de las axilas que tanto morbo me causa, el ver constantemente otros hombres en ropa deportiva a mi alrededor ... o el coctel de todo.
El aumento en la producción de testosterona, que es una consecuencia natural del entrenamiento de fuerza, tiene mucho que ver con esto. Además, el ejercicio mejora la circulación sanguínea, lo que impacta directamente en el rendimiento sexual.
Eso al menos dice la teoría. En la práctica pasa aun peor, mas en un entorno tan conservador como este. En donde el constante jaleo y la excitación causada por el lugar hace que no tenga más remedio que escaparme en medio de la rutina, encerrarme en el baño y explotar. Después de tantos días de viaje en donde no tenia tiempo para mí mismo, no podia dejar pasar ese pequeño espacio de privacidad que se me era concedido, donde el dormir en el sofá de viaje en viaje no me lo prestaba.
Ese día, el tercero, ya decidí que debía hacerlo. Entré en el baño del gimnasio, cerré la puerta y como pude me hice una paja que tenía acumulada desde tiempo atrás. Solté esa cantidad de leche que llevaba confundiéndome la cabeza y no me dejaba avanzar. Esa presión de estar en un lugar tan cargado de euforia y a la vez, con tantas restricciones sociales fueron más.
Y lo hice.