

Una historia de un chico hambriento y una chica para comer đź–¤ parte 3 y final. Me empecĂ© a sentir muy nerviosa ya que normalmente duele mucho, asĂ que solo me puse firme esperando el golpe de ese pene duro rompiĂ©ndome, sin embargo el extraño me dijo - no tienes que ponerte tan tensa, relájate preciosa, no tengo intenciones de dañarte, quisiera usarte más veces en el futuro y no quisiera no volver a verte, ademas, ya notaste lo flojita y suave que quedaste de tu culito? Jaja, estás tan nerviosa que no viste el baño de fluidos que tienes atrás. Puso su brazos en mi pecho sin apretarme mucho , pero aun contra la pared como si intentara dejarme quieta en un pequeño espacio, ahĂ fue cuando su pene duro y suave empezĂł a entrar y deslizarse dentro de mi culo,podĂa escuchar que el tambiĂ©n empezĂł a gemir y tocaba mi fondo de una manera deliciosamente pervertida y rica, justo ahĂ se me escapĂł una pequeña palabra “mas” el al escuchar esto simplemente enloqueciĂł y se puso de nuevo como si de un perro en celĂł se tratase, empezĂł a sacar y meter su pene erecto en mi ano desde el comienzo hasta la punta, su pene palpitaba cada vez más lo que me hacia sentir un dolor seguido de mucho placer, parecĂa como si fuera una manguera bombeando dentro de mi, en cada palpitar se ponĂa el doble de duro, para ese momento ya mi vagina habĂa chorreado todo el piso y mi ano estaba rojo de tanto bombeo que este tipo le habĂa dado, solo recuerdo que me tomo fuerte de las caderas y me levanto hacia Ă©l para darme el Ăşltimo bombeo antes de su corrida, llevaba tanto tiempo penetrandome que ni siquiera el podĂa aguantar más. ApretĂł todo dentro de mi cuando lo hizo…. SacĂł su pene palpitante y mojado de mi interior dejando con Ă©l un rastro de semen, para que luego saliera la verdadera sorpresa, un chorro de semen de mi ano que deje en la acera oscura, estaba tan dĂ©bil que junto a ese chorro de semen orinaba de una manera muy humillante frente a Ă©l. Solo recuerdo que lo que me dijo antes de irse fue “volveremos a vernos pronto para llenar más de tus orificios verdad? O tendrĂ© que ir yo por ti de nuevo ? “ ~