

En cada habitación en la que me hospedo me gusta sentirme libre. Por eso siempre después de cerrar la puerta me quito toda la ropa y me arrojo a la cama para relajarme. La sensación de las sábanas frescas me hace sentir muy bien. Y claro, si es posible me gusta "estrenar" la cama, ¿ustedes se imaginan como, ¿verdad? Les mando muchos besos y les deseo buenas noches.